jueves, 19 de abril de 2012

Más de "In Memoriam"

Después del más famoso blog AntiEleia, otro que existió brevemente fue el argentino http://lasmentirasdelpsicoanalisis.blogspot.com/, también desaparecido. Estuvo activo aproximadamente entre 2007 y 2009. Su autora se presentaba así:
Soy Licenciada en Psicología, recibida con título de una prestigiosa universidad de Argentina. El hecho que me motiva a crear este weblog es la profunda desilusión que siento ante la destrucción de una carrera tan hermosa como la que estudié, por la absoluta influencia del psicoanálisis en este país.


Probablemente, el post más conocido de este blog sea el que reproduciré a continuación, ya que lo he encontrado copiado en varios sitios:

LA HISTORIA OFICIAL = “LA LEYENDA FREUDIANA”

En 1882, cuando era todavía estudiante, el joven Sigmun Freud, escuchó hablar a su amigo y mentor el Dr. Josef Breuer de un grave caso de histeria que estaba tratado en una paciente, la Señorita Ana O. (nombre seudónimo utilizado posteriormente en los escritos psicoanalíticos para resguardar su identidad), quien sufría de múltiples síntomas. Breuer había constatado que lograba hacerlos desaparecer logrando que ella contara bajo Hipnosis los incidentes traumáticos que habían estado en su origen, en una especie de “Talking Cure” (Cura del Habla).

Freud quedó maravillado con este descubrimiento y comienza, más tarde, a emplear el “método catártico” de su amigo, sobre sus propias pacientes histéricas. Freud entonces acuerda con su amigo en que “las histéricas sufren de reminiscencias inconscientes, traumáticas y por eso reprimidas”. Entonces Freud, a pesar de las reticencias de su amigo Breuer, hacen una publicación acerca de sus hallazgos, dando a conocer el caso de Ana O. y sus magníficos resultados.
Sin embargo Freud comienza a percibir que estas reminiscencias olvidadas que se encuentran en la base del síntoma, son de carácter sexual. Frente a esta aseveración tan arriesgada para esos tiempo, donde la sexualidad era un tabú absoluto, Breuer abandona la colaboración con Freud y, este último, debió continuar sólo en su tarea.
Freud dejó de lado la hipnosis y comenzó a utilizar la técnica de Asociación Libre, por la cual les sugería de un modo insistente a sus pacientes que reproduzcan sus recuerdos inconscientes y abandonasen sus síntomas.En los relatos de sus pacientes Freud descubrió que estas personas habían sido objeto de atentados sexuales por parte de sus padres, cuando eran niños muy pequeños. Freud entonces concluyó que las patologías como la histeria y otras neurosis, se debían a “seducciones” infantiles de ésta índole, así formuló su Teoría de la Seducción.

Para comprobar su teoría, en el mes de Agosto de 1897, Freud emprendió un auto-análisis, por el cual se toma a sí mismo como paciente y analiza sus propios sueños y recuerdos más remotos. Así, termina por darse cuenta de que él mismo había tenido, cuando era un niño, deseos eróticos en relación a su madre y sentimientos de celos hacia su padre. Allí se da cuenta que las inverosímiles historias de incesto que sus pacientes le habían contado, no se debían a recuerdos de hechos reales, sino a fantasías que expresaban un deseo infantil de ser seducidos por su padre.
Freud, de esta manera, descubre la existencia de una sexualidad infantil (deseos eróticos hacia sus progenitores que serán posteriormente reprimidos y olvidados, a causa de sus complejos morales, transformándose en inconscientes), la universalidad del Complejo de Edipo (Relación triangular donde hay deseos eróticos hacia el progenitor del sexo opuesto y celos hacia el progenitor del mismo sexo) y la importancia del desarrollo psíquico de la sexualidad infantil en los diferentes tipos de neurosis.

RESUMEN DE FRAUDES

Protegido por el secreto médico por el cual podía esconder la real identidad de sus pacientes, Freud se permitía escribir lo que más la convenía. Luego, muy progresivamente, se hizo camino a la verdad, a medida que los historiadores lograban identificar las verdaderas identidades de sus pacientes.

A continuación les presento un resumen de los finales reales que tuvieron los tratamientos psicoanalíticos de sus casos más reconocidos y estudiados.

Caso de la Señorita Anna O: Ya dijimos que Bertha Papenheim no se había curado en absoluto de sus síntomas histéricos y que por esto, debió sufrir de internaciones prolongadas hasta el año 1887 (siendo que Breuer había afirmado su curación en 1882).

Caso Dora: En este caso Freud confesó francamente el fracaso de su tratamiento, según él, por no haberle interpretado a tiempo su transferencia negativa. Su verdadero nombre era Ida Bauer, a quien su padre la había encomendado a las manos de Freud por tener ciertos comportamientos “molestos” (ella lo acusaba a su padre de entregarla a los avances sexuales de uno de sus amigos, el señor Zellenca, a cambio de la complacencia de éste en cuanto a la relación que el padre de Ida mantenía con la esposa del Señor Zellenca). Freud reconoció que las acusaciones de la joven estaban bien fundadas, pero igualmente la acusó de padecer “histeria” por haber rechazado el arreglo familiar, cuando a la edad de trece o catorce años Zellenca la había agredido sexualmente. Ida, en realidad, hizo gala de una sólida salud psíquica al rechazar el improvisado diagnóstico de Freud (quien le decía que sufría histeria por reprimir sus deseos libidinosos hacia el señor Zellenca). Por otro lado, un dato un tanto llamativo es que Freud interpretara el hecho de que Ida arrastrara su pierna derecha al caminar como síntoma histérico, sin considerar un solo instante la hipótesis, mucho más plausible, de que se tratara de una secuela de la apendicitis pelviana que Ida había padecido durante su infancia.

Caso del Pequeño Hans: Freud diagnóstico al niño Hebert Graf como padeciente de “Fobia a los Caballos”, considerando que provenía del complejo de castración del niño. Hebert atribuía su miedo a los caballos a un accidente de omnibus del que había sido testigo, en el cual dos caballos habían caído para atrás. La cual es una hipótesis mucho más simple y prosaica, al parecer el niño tenía más sentido común que su propio terapeuta.

Caso del Hombre de las Ratas: El trabajo de los investigadores ha demostrado que esta fue una de las otras tantas oportunidades en que Freud moldeó los datos reales para acomodarlos a su teoría. Su paciente, llamado en realidad Ernst Lanzer, sufría de una fuerte neurosis obsesiva. Se demostró que Freud mintió acerca de la duración del tratamiento con este paciente, pues las notas privadas que el tomó durante el análisis revelan que este duró poco más de seis meses (siendo que Freud había asegurado que lo había tratado durante más de once meses). Por otro lado, en esas mismas notas, dice que “Lanzer empezó a masturbarse aproximadamente a los 21 años, después de la muerte de su padre” pero Freud en sus escritos públicos dijo que “Lanzer comenzó a masturbarse compulsivamente a los 21 años, poco tiempo después de la muerte de su padre”. Se comprobó que el padre de Lanzer había fallecido cuando él tenía 19 años (es decir, dos años antes. Indudablemente, Freud, al agregar las palabras “compulsivamente” y “poco tiempo después” crea un vínculo entre los síntomas (agravados) de su paciente y la muerte de su padre que no fue propuesto por su paciente durante su sesión psicoanalítica sino por el mismo Freud durante la transcripción de sus notas. Con respecto a los resultados de la terapia, como Lanzer murió en los comienzos de la Guerra de 1914 no se pudo comprobar cuáles fueron los resultados de su tratamiento psicoanalítico.

Caso del Hombre de los Lobos: En el caso de este paciente, llamado Sergius Pankejeff, quien vivió hasta ser un hombre muy mayor, pudo comprobarse de sus propias palabras hacia la entrevistadora austriaca Karin Obholzer, que la eficacia del tratamiento que realizó con Freud fue absolutamente nula. Pues, sesenta años después, Pankejeff seguía siendo víctima de ataques obsesivos y de ataques de depresión profunda. Este hombre vivió hasta sus últimos días en Viena, donde la sociedad psicoanalítica de allí le procuraba apoyo financiero a cambio de mantenerse en el anonimato (para no correr el riesgo de que el celebre caso del “Hombre de los Lobos” de Freud y sus siniestros resultados quedaran al descubierto).

Caso Schreber: Se trata del caso del magistrado alemán Daniel Paul Schreber que padeció una psicosis y al que Freud nunca atendió, sino que lo analizó a través de su auto-biografía, en la cual describía su enfermedad. Freud, que ya había elaborado su teoría de la paranoia(donde la relacionaba con tendencias homosexuales hacia el padre) antes de que las memorias de Schreber cayeran en sus manos, entonces, emocionado por ajustar los hechos a su ya elaborada teoría, ni siquiera se tomó el trabajo de leer las obras del conocido padre de Schreber. El padre de Daniel, llamado Moritz Schreber, quien ponderaba los éxitos de un “enderezador” para niños que le impedía al niño inclinarse mientras escribía o leía, lo cual recomendaba utilizar para forzar a los niños a mantenerse derechos. Este instrumento consistía en una barra horizontal fijada a la mesa frente al niño y que se aferraba a su pecho a la altura de la espalda y la clavícula, también tenía un “portador de cabeza” que mantenía la cabeza del niño recta, tirando de sus cabellos en el caso de que este se inclinara. Al parecer existe un vínculo claro entre las alucinaciones de Daniel Schreber (sensaciones de pecho oprimido, de cabeza comprimida, de cabellos tirados) y el instrumento que el padre recomendaba utilizar para mantener a los niños derechos, lo cual parece una hipótesis más clara y más plausible de las que adjudica Freud a tales síntomas (interpreta estas alucinaciones como consecuencia de una homosexualidad reprimida hacia su padre). Para poder sostener estos argumentos, es lógico que Freud en sus escritos describiera al padre de Daniel Schreber como un “padre excelente” (siendo que paralelamente había escrito una carta a su amigo Férenczi en la que describía al Señor Mortitz Schreber como un “tirano doméstico”). Es evidente el cambio en los datos reales en este caso, donde a Freud, sin duda, le convenía mostrar al Señor Moritz como un adorable padre, siendo que Freud quería demostrar que la paranoia era causada por una homosexualidad reprimida, y, en el caso preciso de Schreber, por un deseo homosexual reprimido hacia su padre.

FUENTE:”El Libro Negro del Psicoanálisis” (Mikkel Bosch Jacobsen-Jean Conttraux-Didier Pleux-Jacques Van Rillaer-Cattherine Meyer-Año 2005)

LAS MENTIRAS

En un ritmo que se acelera desde hace algunos años, los descubrimientos sorprendentes de los historiadores del freudismo, nos hacen poner cada día más en duda la integridad de Freud al evidenciar que se ha tomado extremas libertades con su material clínico.

Es del todo claro que Freud no duda un sólo instante en modificar los hechos a su disposición cuando no coinciden con la teoría que pretendía instalar. Sus maniobras se basaban en sutiles manipulaciones de la información, un poco como un matemático que redondea sus cálculos para que le den justo, logrando así que a menudo sus análisis suenen convincentes (pues todo lo que podía llegar a resultar contradictorio a sus hipótesis era silenciosamente eliminado o subrepticiamente modificado).

Me parece igualmente más interesante no perder tiempo en las mentiras de Freud (un pobre hombre que con hambre de fama y reconocimiento como cualquier otro pretendía instalar un nuevo movimiento intelectual), sino más bien preguntarnos por qué los “intelectuales” freudianos que “supuestamente están formados para sacar a la luz las verdades más dolorosas” no sacan a la luz la verdad dolorosa de la corrupción de muchos de los datos que dan base a la teoría psicoanalítica y, en cambio, persisten en trasmitir un discurso completamente utópico.

Es paradójico que los mismos psicoanalistas que en su momento se jactaron de basarse en un movimiento intelectual subversivo para su época , son aquellos mismos sujetos que hoy en día censuran y condenan a quienes intentan transgredir su “discurso psicoanalítico reglamentario”.

Entonces, cuál es el camino que estos intelectuales siguen a lo largo de la historia: ¿De la subversión a la censura? ¿Del cambio al estancamiento? ¿De la apertura mental a la descalificación del pensamiento ajeno? ¿Del aceptar una simple teoría a rechazar hechos contundentes que la refutan rotundamente?

La verdad es que todo el movimiento psicoanalítico en su conjunto, es uno de los movimientos intelectuales más corrompidos de la historia.

Algunos sujetos son simplemente víctimas de este movimiento que, como la mayoría, a menudo dan por ciertas de manera instantánea muchas cosas que no tienen ningún fundamento, sólo por ser cosas que otros aceptaron antes. Otros, menos inocentes, son quienes contribuyen a diario a la corrupción del psicoanálisis por razones políticas y por opiniones indefendibles que continúan siendo repetidas, unicamente a causa de relaciones personales y consideraciones de carrera.

A continuación cito unas palabras pronunciadas por el reconocido psicoanalista Jaques Lacan poco tiempo antes de morir… palabras de un discurso que los psicoanalistas actuales no repiten, sino más bien, que prefieren no reconocer:

“Nuestra práctica es una estafa, fanfarronear, hacer pestañear a la gente, deslumbrarla con palabras rebuscadas…. Desde el punto de vista ético es insostenible nuestra profesión; es por eso que me enferma, porque tengo un Superyó como todo el mundo…. De lo que se trata es de saber si Freud es, sí o no, un acontecimiento histórico. Yo creo que fracasó en lo que quería hacer. Le pasó como a mí, en poco tiempo a todo el mundo el psicoanálisis le importará un carajo”

(JAQUES LACAN: Extracto de una conferencia pronunciada en Bruselas el 26 de Febrero de 1977 y publicada en “Le Nouvel Observateur” Edición Número 880, Página 88)

FUENTE:”El Libro Negro del Psicoanálisis” (Mikkel Bosch Jacobsen-Jean Conttraux-Didier Pleux-Jacques Van Rillaer-Cattherine Meyer-Año 2005)


Pues eso, una lástima su desaparición...